LABRADOR

Origen del Labrador
Los antepasados del labrador moderno se originaron en la isla de Terranova, ahora parte de la provincia de Terranova y Labrador, Canadá. El precursor de la raza de Labrador fue el perro de aguas de San Juan, una raza que surgió a través de la cría hecha por los primeros colonos de la isla en el siglo XVI. Los antepasados de los perros de San Juan no se conocen, pero probablemente fueron una mezcla aleatoria de razas de trabajo inglesas, irlandesas y portuguesas.

Morfología
REGIÓN CRANEAL:
Cráneo: Amplio, nítido, sin presentar pómulos carnosos.


REGIÓN FACIAL:
Hocico: Poderoso, pero no afilado.
Mandíbulas / Dientes: Maxilares de una largura mediana; maxilares y dientes fuertes con una perfecta, regular y completa mordida en tijera

CUELLO:
Nítido, robusto, poderoso, puesto sobre hombros bien colocados.


EXTREMIDADES 

MIEMBROS ANTERIORES:
Los miembros anteriores presentan buen hueso y, vistos de frente o de lado, deben aparecer rectos desde los codos hasta el suelo.
Hombros: Escápulas largas e inclinadas.

MIEMBROS POSTERIORES:
Bien desarrollados, grupa no inclinada hacia la raíz de la cola.
Articulaciones femoro-tibio-rotulianas (rodillas): Bien anguladas.
Corvejones: Bien descendidos. Los corvejones de vaca son altamente indeseables.

PIES:
Redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas.

Carácter
Perro que tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadez; es muy aficionado al agua. Es un animal adaptable y devoto compañero. Inteligente, vivaz y dócil, con fuerte voluntad para complacer. De carácter afable, sin ninguna señal de agresividad o timidez impropia